Reflexión Anuncio Publicitario
El anuncio pertenece a una multinacional de productos de
limpieza, higiene y cosmética. Patrocina los juegos olímpicos del año 2.012. El
objetivo real es la venta de sus productos para lo cual emplea la conexión con
las emociones de la mayor parte de la población mundial “El amor y
agradecimiento a las madres” Emoción con
la que nos solemos identificar.
El anuncio está dirigido a todos los simpatizantes con los
juegos olímpicos.
Los protagonistas son las madres y los hijos e hijas que
aparecen en el anuncio.
Lo que superficialmente parece ser un elogio a las madres, de
fondo ¿realmente lo es? Nos transmiten que para lograr la felicidad y el éxito
de los hijos e hijas, las madres tienen
que limitar su acción a las tareas domésticas y supeditar su vida en exclusiva
al cuidado de sus hijos. Y qué pasa con las madres de la mayor parte de los
participantes de los juegos olímpicos que están viendo el anuncio y sus hijos e
hijas no han logrado su medalla…. ¿no son buenas madres ellas también? En la
realidad el esfuerzo y sacrificio de las madres no siempre aseguran el éxito de
sus hijos e hijas. Este anuncio, ¿puede
ser un tapón que dificulta la visibilidad de una nueva realidad necesaria que
va surgiendo? Apuesto por la realidad
familiar en la que prima la corresponsabilidad de todas las personas que forman
la familia en todas las áreas de la vida y en este anuncio no lo veo reflejado
por ningún sitio. Los participantes de los juegos olímpicos también tienen
padres ¿Dónde están?... ¿es necesario ignorar al hombre para homenajear a la
mujer?
El anuncio apela a la diversidad, aparecen personas de
diferentes culturas y razas, pero trasmite una unificación en valores y roles.
Promueve roles tradicionales asignados a
las mujeres. Ser madres, limitarse a las tareas domésticas, cuidar y
sacrificarse por los hijos e hijas. Y ya desde niñas, decantarse por la
práctica de determinados deportes.
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